Los 'sabios' fichados por el PSOE explican sus aportaciones al programa
NATALIA JUNQUERA - Madrid - 20/01/2008
Llegaron con sus copias del programa electoral subrayadas y llenas de anotaciones. Lo habían recibido en diciembre. Ayer, tras dos jornadas de debates, 11 de los 14 los sabios, entre ellos, tres premios Nobel, fichados por el PSOE para diseñar las promesas para el 9-M pudieron exponerle al presidente Zapatero sus últimas sugerencias. EL PAÍS les preguntó por qué habían aceptado el encargo -no cobran por ello- y cuáles son sus aportaciones.
"España ha conseguido tener una economía competitiva sin recortar las ayudas sociales. Es un referente", declaró el Nobel de Economía Joseph Stiglitz. Advirtió contra las rebajas de impuestos que recortan el gasto público y aprobó la supresión del impuesto de patrimonio porque favorece el ahorro. "He explicado lo que no hay que hacer. Por qué está en crisis EE UU".
Nicholas Stern y Jeremy Rifkin, asesor de Tony Blair y de la Administración norteamericana respectivamente, incorporaron ambiciosas propuestas en Medio Ambiente. El PSOE se compromete a que España sea el país europeo que más energías renovables utiliza en 2012 hasta que supongan el 40% del consumo en 2040. "España puede liderar la tercera revolución industrial. Que cada casa, cada fábrica, genere lo que necesita con energías renovables y sea capaz de almacenarla en pilas de hidrógeno", explicó Rifkin.
Wangari Maathai, la primera mujer africana en recibir el Nobel de la Paz, añadió el compromiso de plantar un árbol por cada español, y la militante antinuclear Helen Caldicott, también Nobel de la Paz, propuso que se cierren todas las centrales. Finalmente, el PSOE se comprometerá a clausurarlas sólo según vayan finalizando su vida útil.
De Marie Duru Bellat, catedrática de Ciencias de la Educación, es la idea de incentivar a los estudiantes con un salario frente al abandono escolar. George Lakoff, experto en comunicación política, contribuyó sobre todo a quitarle páginas al programa: "Unificando ideas" para que las promesas sean fácilmente memorizables por los ciudadanos.
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