lunes, 23 de junio de 2008

El gran escaparate del turismo, a punto

Fitur, la mayor feria mundial del sector, crece un 10% y contará con cuatro nuevos países

MANUEL V. GÓMEZ 13/01/2008

La gran cita del turismo español llega en invierno. A primera vista, un contrasentido. España, la gran potencia del turismo de sol y playa, organiza cuando llega el frío la Feria Internacional de Turismo (Fitur), el mayor evento mundial del sector, según los promotores. Y lo hace con éxito desde hace 28 años a tenor de las cifras. En 1981, primera vez que se organizó, participaron 37 países; en 2007, 170. En 1981, acudieron 3.000 visitantes profesionales; en 2007, 151.778. Esta edición se celebrará entre los próximos 30 de enero y 2 de febrero.

Este año también 170 países tratarán de captar la atención de los profesionales del sector que acudan a este gran escaparate turístico para ver las ofertas. Bután es uno de los países que acuden por primera vez. Situado en el techo del mundo, en la cordillera del Himalaya, este país ubicado entre India y China tratará de convencer a los turistas de que lo visiten con atractivos como el Taktsang, un monasterio construido a finales del siglo VIII en lo alto de una enorme roca. También los países insulares de Santo Tomé y Príncipe, Groenlandia y Madagascar estarán por primera vez en Madrid.

La superficie que ocupará Fitur crece en esta edición hasta los 100.000 metros cuadrados netos. Las entidades y los organismos oficiales españoles -comunidades autónomas, diputaciones, ayuntamientos...- serán los que ocupen más espacio de esa superficie. En total ocuparán cinco de los doce pabellones de Fitur en IFEMA (Madrid).

Los organizadores esperan que el número de visitantes alcance los 250.000. Para el fin de semana, cuando el evento se abre a todo el público, no sólo a los profesionales del sector, prevén que 100.000 personas se acerquen a las instalaciones de IFEMA. Ya parece quedar lejos 1999, cuando la cifra de visitantes profesionales cayó hasta los 40.000. Desde entonces, año tras año el crecimiento ha sido constante, hasta los 151.000 de la pasada edición, cuando se alcanzó un dato histórico.

Con estas cifras, el presidente del Comité Organizador de Fitur 2008, Salvador Santos Campano, afirmó el pasado miércoles que la vigésimo octava edición de Fitur será "la convocatoria más importante de su historia". Además, consolidan a Fitur como la feria líder del sector, en dura competencia con la organizada en Berlín.

Pero Fitur no es sólo una cita a la que acuden los países a presentar sus atractivos turísticos. También las empresas del sector se ponen sus mejores galas. En esta ocasión serán 13.300 -110 más que el año anterior-, entre ellas aerolíneas, compañías de cruceros y transporte terrestre, cadenas hoteleras o portales web de viajes.

Según explica José María Álvarez del Manzano, presidente de la junta rectora de Ifema y ex alcalde de Madrid, la crisis financiera que ha puesto en jaque la evolución de la economía mundial no se ha notado a la hora de organizar este evento. Las previsiones iniciales se han cumplido. Esta evolución está en consonancia con las recientes declaraciones del secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Francesco Frangialli, en las que afirma que la crisis financiera no se ha notado al centrarse básicamente sobre Estados Unidos.

Además de la feria digital, Fitur también organiza varios eventos sectoriales que completan la oferta inicial. Dos días antes del inicio oficial de la feria, tendrá lugar Fitur Congresos. A esta cita acuden palacios de congresos, hoteles o centros de convenciones para ofrecer sus instalaciones como lugar donde celebrar este tipo de encuentros.


Servicios de satélite 'made in Spain'

En la fase de aplicaciones y servicios podrán incorporarse un gran número de empresas

R. C. 16/12/2007

"Hemos apostado duro porque, si no es así, te quedas sin nada. Allí no se juega con billetes de Monopoly. Todos los países pelean por llevarse hasta el último euro y, si no defendemos con fuerza la posición española, nos quedamos para vestir santos". No puede ser más claro el secretario general de Transportes del Ministerio de Fomento, Fernando Palao, al defender su reciente actuación y el órdago que plantó ante la Comisión tras el que consiguió finalmente un centro de control para España del mismo nivel que los ya adjudicados a Italia y Alemania. "Queremos participar dignamente en el proyecto y hay que abrirse el camino a codazos, porque, si no es así, llega un momento en que los grandes te expulsan literalmente del mismo, y si aceptamos la situación actual, las diferencias se perpetúan y nunca conseguiremos estar en cabeza".

Para el presidente de Galileo Sistemas y Servicios, José Antonio Álvarez, "no se trata de ser el más grande de los países pequeños, sino de ser el quinto país contribuyente y en importancia del proyecto".

Hasta el momento, en la fase de validación en órbita, IOV, el nivel de participación española a través de las siete empresas de Galileo Sistemas y Servicios ha estado a la altura de su cuota en Galileo Industries: un 12% que esperan seguir manteniendo en la fase de despliegue, lo que supondría unos 400 millones de euros.

A partir de ahí, habrá que prepararse para la tercera fase de explotación del sistema con vistas a la cual defendió sus posturas el secretario general de Transportes: "En la medida en que las fases previas los centros de control los iban a gestionar Alemania e Italia, no teníamos ninguna posibilidad de participar en esa fase operativa", señala Palao.

El acuerdo al que se ha llegado supone que el centro de control español trabajará en red con el alemán y el italiano y no deberá afectar a "la capacidad" de ambos. Se trata por tanto de una de las "ambigüedades calculadas", ya que no se hace referencia al reparto de trabajo, que naturalmente será menor al repartirse entre tres. "Estábamos dispuestos incluso a tener una menor proporción, pero siempre que no se pudiera decir que no teníamos la cualificación suficiente", señala Palao.

Tampoco queda clara la financiación de la diferencia que supone pasar del centro safety of life, ya adjudicado, al de control, y que nadie se atreve a cuantificar, pero de la que se tendrá que hacer cargo España al no poderse vincular al presupuesto de Galileo. Una situación que debería ser aprovechada para tratar de que fueran precisamente las empresas españolas las que más se beneficiaran de esa aportación.

En cuanto a su ubicación, previsiblemente se localizará en las instalaciones de AENA en Torrejón toda la parte safety of life (actuaciones críticas y seguridad de las personas), mientras que si se consigue el control y seguimiento de los satélites sería desde la base de Hispasat en Arganda. "No es necesario que estén juntos físicamente", recalca Palao, ya que a fin de cuentas se trata de trabajar en red con Alemania e Italia.

En cuanto a la fase siguiente, de explotación del sistema, si las empresas españolas "espabilan" podría crearse un tejido industrial significativo aguas abajo de las siete grandes que componen Galileo Sistemas y Servicios. Para el director general de GMV, Luis Mayo, está claro que el tamaño de las empresas españolas no les permite acceder a los paquetes del primer nivel, pero "sí parece razonable que mantengamos nuestra posición en los de segundo y tercer nivel en los que estamos", señala Luis Mayo, director general de GMV, "puede que alguna empresa se caiga por no haber hecho bien las cosas, pero también puede incrementarse el trabajo previsto en algunos casos".

Las mayores posibilidades de ese tejido industrial vendrían, según Mayo, de la mano de un "núcleo de conocimiento" en torno a las aplicaciones críticas de la navegación por satélite, que no tienen implicaciones de vidas humanas pero sí de actividades económicas como el control de peajes por satélite y un largo etcétera que en algunos casos parece incluso exagerado.

Las barreras de entrada al sector en la fase de aplicaciones y servicios son mucho más bajas naturalmente que en las de infraestructura y despliegue.

De manera más o menos oficial, se espera que se creen más de 150.000 puestos de trabajo y que lo utilicen 3.000 usuarios en 2025. Para entonces, la navegación por satélite habrá alcanzado un volumen de negocio en todo el mundo de 450 billones de euros, que habrá que repartir fundamentalmente con GPS. El ruso Gonass y los todavía en fase de gestación, de India y China, tienen un ámbito más limitado.



Galileo entra en una órbita sin retorno

El acuerdo sobre su financiación da vía libre al programa europeo de navegación por satélite

RAMÓN CASAMAYOR 16/12/2007


Primero fue Airbus y ahora Galileo. La Unión Europea acaba de dar un paso de gigante en la consolidación del sistema de navegación por satélite Galileo al haber alcanzado un acuerdo sobre su financiación. Hace sólo unos lustros produjo bastante hilaridad en la industria de EE UU el nacimiento del consorcio europeo para la fabricación de grandes aviones civiles, que acaba de entregar su ejemplar número 5.000 habiendo arrebatado a la norteamericana Boeing la mitad del mercado mundial. Algo parecido va a ocurrir con el proyecto Galileo a partir de 2014, cuando se haya desplegado su constelación de 30 satélites alrededor de la Tierra. El actual GPS de origen y titularidad militar habrá quedado obsoleto ante las ventajas que supone el sistema europeo, aunque se trata de dos sistemas complementarios.

Todo parece indicar que se ha superado ya el punto de no retorno, aunque no son pocos los problemas que habrá que resolver, fundamentalmente el año que viene. Desde el momento de su gestación, ha habido miembros de la UE, como Reino Unido, Holanda o Suecia, que no han escondido sus reticencias. Y tampoco han faltado los palos en la rueda que EE UU ha tratado de poner. Su financiación, ante la gratuidad de la señal básica del GPS, se reparte entre la Agencia Espacial Europea y los Gobiernos de la Unión.

La última crisis se presentó el pasado verano, cuando la industria privada abandonó completamente el proyecto porque no le salían las cuentas. Entonces se necesitaban unos 3.400 millones de euros para financiar la fase de despliegue fundamentalmente hasta 2013, y los presupuestos de la UE hasta ese año sólo prevén unos 1.000 millones. La Comisión decidió hace unos días desviar unos 1.600 millones de los fondos no utilizados de la Política Agraria Común del presupuesto de este año, y los 800 millones restantes, de los programas de investigación del presupuesto del próximo año.

Unanimidad

Asegurada la financiación hasta 2013, o al menos en su mayor parte, sólo quedaba tramitar el visto bueno de los departamentos correspondientes de los 27 países de la Unión. Para un proyecto de esta magnitud la unanimidad es importante y no existen antecedentes en sentido contrario; sin embargo, España ha estado a punto de dar la campanada al negarse a firmar el texto definitivo, en el que no se recogía una de sus aspiraciones fundamentales, como era la adjudicación de un centro de control de las mismas características que los asignados a Italia y Alemania.

Sí se le había adjudicado un centro safety of life de servicios y aplicaciones para la navegación y la seguridad aérea, que según algunos observadores es lo que realmente puede ayudar a generar negocio y desarrollar la industria. La validación y certificación de aplicaciones críticas, propias de un centro de este tipo, puede contribuir en mayor medida a la generación de conocimiento y riqueza, aseguran.

Sin embargo, la delegación española, encabezada por el secretario general de Transportes, Fernando Palao -la ausencia de la ministra ha sido al parecer uno de los desencadenantes de la situación-, decidió echar un órdago a la grande y rechazó el texto que fue aprobado por "mayoría cualificada" de los 26 países restantes. Se produjo una notable alarma en algunos miembros del Consejo, según Palao, por el peligroso precedente que suponía. Al día siguiente, a pesar de estar cerrado el asunto, se reanudaron las negociaciones hasta alcanzar un texto con algunas ambigüedades calculadas, pero "con el compromiso claro de la Comisión", según Palao, "de que España tendría el centro que pretendíamos".

El órdago salió bien. Tras un volapié comunitario se tramitó por unanimidad como si se hubiera votado por segunda vez.

Había pasado de nuevo un susto como el de hace dos años, cuando la cerrazón de Aena y sobre todo Hispasat puso en peligro, según el resto de las empresas españolas implicadas, su participación en las fases previas.

La cuota española en Galileo se sitúa en torno al 10%, y los retornos industriales pueden ser incluso superiores al 100%, es decir, las empresas españolas participantes podrían alcanzar una facturación conjunta superior a las inversiones realizadas.

El desarrollo industrial del proyecto Galileo, tanto en el segmento de tierra como en el espacial, corre a cargo del consorcio Esnis (European Satellite Navigation Industries), anteriormente Galileo Industries, formado por las principales empresas europeas del sector, EADS Astrium, Thales Alenia y Finmecanica, junto al consorcio español, Galileo Sistemas y Servicios, que dispone de un 12% y está formado por EADS Casa Espacio, Thales Alenia Space España, GMV, Indra, Sener, Hispasat y Aena.

El peso de Galileo en todas ellas es importante. En algún caso, como el de Thales Alenia España, llega al 20% de su facturación anual, y en GMV o Indra supera también el 10%.

La propuesta de la Comisión aprobada hace unos días divide los trabajos de Galileo en seis segmentos: lanzadores, satélites, programas informáticos, estaciones en tierra, centros de control y sistemas de operaciones. De cada uno de ellos se hará titular una gran compañía que deberá subcontratar al menos el 40% fuera de su órbita empresarial.

Se acercan, por tanto, meses duros y difíciles y sobre todo repletos de discusiones que podrían retrasar una vez más el proyecto. El nuevo sistema de contratación pública supondrá la desaparición de Esni, y serán las grandes empresas de Francia, Alemania, Italia y Reino Unido las que se hagan con la titularidad de los seis segmentos, con un máximo de dos por empresa. Difícil competencia por tanto a ese nivel.

Y difícil también en los siguientes, ya que son muchas las ambigüedades por resolver. En algunos casos incluso "se ha recurrido a los malabarismos, retorciendo un poco la legalidad de la UE en los temas de competencia", señala el director general de GMV, Luis Mayo. "Si vas a la letra pequeña es difícil que haya competencia con las restricciones que se han impuesto". Por otro lado, en algunos casos se ha exagerado tanto la nota que les obliga a "jugar a las comiditas" al tener que repartir contratos de dos millones de euros. Según Luis Mayo, en Galileo hay ahora unas 250 empresas trabajando, "algunas de ellas con participaciones ridículas, con contratos de 200.000 euros que se han dado únicamente por razones de retorno geográfico. Hay ineficiencias muy grandes, está bien que se subcontrate el 40%, pero no a 200 empresas, bastaría con 20".

Calendario y presupuestos

En esta fase de los procedimientos de contratación pública es donde se encuentra la clave del cumplimiento del calendario y de los presupuestos establecidos. Pensar en 2013 como final de la fase de despliegue y comienzo de las operaciones no es descabellado, según todas las fuentes consultadas.

José Antonio Álvarez de Arcaya, responsable de marketing de Thales Alenia España y presidente de Galileo Sistemas y Servicios, la considera una fecha realista. "Vamos a adelantar el lanzamiento de los primeros satélites del IOV (In Orbit Validation) a febrero de 2010 aunque estaban previstos para junio". Pero muestra también sus temores respecto a los procesos de contratación, "si no hay continuidad por ejemplo en las pymes que están terminando su participación en IOV, si no reciben un contrato en un plazo razonable se van a desmantelar equipos, puestos de trabajo y, lo que es peor, el conocimiento".

En cuanto a los presupuestos no hay tanto optimismo, según el presidente de GSS, "todo el mundo sabe que no son reales y no es descabellado pensar que dentro de un año o más habrá que reajustar de nuevo el tema de dinero".

Para entonces la Comisión presentará también su propuesta para adjudicar la explotación del sistema a un operador bajo un contrato en condiciones de cooperación pública y privada que prestarán los cinco servicios previstos originalmente: abierto, comercial, rescate y emergencias, aplicaciones críticas y gubernamental, equivalente al código militar del GPS.









Los árabes entran en hogares judíos

NAIARA GALARRAGA - Jerusalén - 23/12/2007

Avodá arabit (Trabajo de árabes, lo que en Israel significa chapucillas) es el último, e inesperado, éxito televisivo israelí. Inesperado porque ha logrado un 20% de cuota de pantalla entre los espectadores judíos -aquí las audiencias se segregan por origen-, aunque narra con mucha retranca los incontables esfuerzos y las muchas dificultades de un árabe por integrarse en su país, en Israel. Esta semana, el protagonista, Amjad, un periodista, no dudó en celebrar la Pascua judía, ponerse la kipá y entonar cantos religiosos hebreos.

"Pretendía poner a los árabes en el salón de los espectadores israelíes", cuenta el guionista Sayed Kashua. Escritor y columnista del diario Haaretz, Kashua sabe bien que esa gran minoría del Estado judío -el 20% de los israelíes- es casi invisible: "Si no eres terrorista, tienes pocas opciones de salir en la tele". Ni él mismo pensó que su comedia, en árabe con subtítulos en hebreo en el canal privado Keshet, estaría desde el estreno entre los 10 programas más vistos. La audiencia árabe se ha triplicado estas cuatro semanas.

El guionista ha acudido para Avodá arabit a sus fuentes de inspiración habituales: "Mi mujer y el sionismo". Al protagonista, Amjad, le rodean sus muy tradicionales padres; su siempre escéptica esposa; un fotógrafo judío compañero del periódico, Meir, y la gran amiga de su mujer, Amal, una atractiva feminista árabe.

Kashua anuncia la trama de la segunda temporada: "Amjad se mudará a un barrio judío. Fracasará". Como la vida misma. El 75% de los israelíes judíos no quiere vecinos árabes-israelíes y la mitad no les permitiría siquiera entrar en su casa, según una encuesta de la Asociación de Derechos Civiles de Israel. El guionista, que vive en un piso alquilado en la Jerusalén árabe, pretende entretener. Sin más. "Incluso si a la audiencia le gustan los personajes nada cambiará. Los problemas políticos requieren soluciones políticas; y los económicos, económicas".


Un egipcio dice haber descubierto el "milagro matemático" del Corán

jueves, 17 de mayo de 2007 11:30:10

Un empresario egipcio declaró este jueves en El Cairo que ha creado un programa informático que revela que el Corán tiene una estructura matemática, algo que el inventor considera una prueba de que el libro santo de los musulmanes es obra de Dios.
Un egipcio dice haber descubierto el "milagro matemático" del Corán
Un empresario egipcio declaró este jueves en El Cairo que ha creado un programa informático que revela que el Corán tiene una estructura matemática, algo que el inventor considera una prueba de que el libro santo de los musulmanes es obra de Dios.
"Este descubrimiento es la prueba irrefutable que el Corán es obra de Dios", dijo en una conferencia de prensa Ibrahim Kamel, un arquitecto y empresario que vive en Ginebra y cuya actividad laboral está principalmente relacionada con instituciones financieras islámicas.
Kamal ha retomado y terminado una tesis que databa de los años 80 para crear un programa informático que demuestra que el Corán responde a un "modelo matemático codificado", que gira alrededor del número 19.
Según el empresario el número de letras, de palabras, de versículos y de capítulos (suras) del Corán son todos ellos múltiplos de 19.
Es más, por ejemplo, el Corán contiene 114 capítulos y el capítulo número 114 contiene 6 versículos. Así, si dividimos 114 entre 6, el resultado es 19.
Kamal añadió que esta hipótesis sobre los "milagros numéricos" del Corán está también avalada por "comités islámicos especializados dirigidos por el gran jefe de Al Azha, Mohammed Tantaui", el principal dignatario musulmán de Egipto.
El empresario también anunció la creación en Chipre de una empresa denominada 'El último mensaje' para comercializar la versión informática de su descubrimiento.


lunes, 2 de junio de 2008

Bush: entre la fe y la bravuconería

The New York Review of Books' analiza el diálogo Bush-Aznar publicado por EL PAÍS

ERNESTO EKAIZER 10/11/2007

La tarde del pasado 26 de septiembre, los editores de la prestigiosa revista The New York Review of Books se pusieron en contacto con EL PAÍS. Querían autorización para publicar un documento que el periódico había entregado ese mismo día a sus lectores: la transcripción de la conversación mantenida por el entonces presidente del Gobierno español José María Aznar y el presidente estadounidense, George W. Bush, en el rancho de Crawford el 22 de febrero de 2003.

Su petición era más concreta: ¿era posible que se le facilitara la versión original en inglés? La respuesta fue ésta: la versión publicada era la transcripción original realizada por uno de los participantes en la reunión, el entonces embajador de España en Washington, Javier Rupérez, quien fue el encargado de tomar las notas y redactar el acta. Los editores estadounidenses necesitaban debatir si seguir adelante. El argumento: no es usual que una publicación norteamericana transcriba palabras del presidente de Estados Unidos traduciéndolas del español al inglés. Uno de los especialistas con los que cuenta la revista, el periodista Mark Danner, que trabajó anteriormente para The New Yorker, consideró que la conversación de Crawford era un documento de importancia equivalente al célebre Downing Street Memo, una transcripción en la que el primer ministro británico Tony Blair y sus colaboradores estiman, el 23 de julio de 2002, que Bush considera la guerra como inevitable y que "la información de los servicios secretos y los datos giraban en torno a la política". Los editores llegaron finalmente a una conclusión: se haría la traducción del español al inglés del texto íntegro por un equipo de especialistas en ambos idiomas y se publicaría junto con un texto del citado periodista. "Es la primera vez que hacemos esto. No hay precedentes de poner las palabras en inglés del presidente norteamericano traducidas del español. La veracidad del texto y el hecho de que no ha sido cuestionado por la Casa Blanca nos han convencido", dijo uno de los editores. En su edición del 8 de noviembre, The New York Review of Books publica el largo ensayo de Danner junto con la versión completa en inglés de la entrevista de Crawford. Danner califica a Bush como un "gánster de película" en algunos pasajes del diálogo con Aznar.

ANÁLISIS: Las conversaciones de Crawford

"Como un gánster de película..."


MARK DANNER 10/11/2007

"Lo único que me preocupade ti es tu optimismo".- El presidente español José María Aznar al presidente Bush, extraído de la transcripción de Crawford, 22 de febrero de 2003.

Sin duda, uno de los atributos agonizantes de nuestra era posterior al 11-S es la necesidad permanente de reafirmar realidades que han sido demostradas una y otra vez, y negadas con la misma obstinación por quienes ocupan el poder, obligándonos a vivir atrapados entre dos narraciones de la historia actual, una de las cuales cobra vida, color y vigor a medida que se dan a conocer más datos, mientras la otra se vuelve cada vez más nimia, más precaria y más disecada, apenas sostenida por la respiración asistida del poder oficial.

En el centro de nuestra vida nacional se halla la narración maestra de esta política bifurcada: la guerra en Irak, librada para suprimir la amenaza de armas de destrucción masiva que resultaron no existir, llevada a una rápida y gloriosa conclusión en la soleada cubierta de un portaviones cuya celebración de la victoria se convirtió casi instantáneamente en una vergüenza nacional. Eso fue hace cuatro años y medio; el final de la guerra y, de hecho, su inicio, definido con tanta claridad por ese único instante tembloroso, se disolvieron hace mucho en la historia en disputa.

La última entrada en esa historia aparecía el 26 de septiembre, cuando el diario español EL PAÍS publicó una transcripción de una conversación mantenida el 22 de febrero de 2003 -casi un mes antes del estallido de la guerra- entre el presidente Bush y José María Aznar, por aquel entonces presidente español. Aunque los líderes se reunieron en el rancho de Bush en Crawford, Texas, algunos bautizaron rápidamente la transcripción como Memorando de Downing Street II y, de hecho, el documento comparte algunos temas con ese primordial memorando británico, principalmente en su clara demostración del abismo entre lo que declaraban en público el presidente Bush y los miembros de su Administración durante el periodo previo a la guerra y lo que decían, y hacían, en entornos más privados.

Aunque Hans Blix, el inspector jefe de la ONU cuyos equipos peinaban entonces Irak en busca de las esquivas armas, todavía no había entregado su informe -dos semanas después, comunicaría al Consejo de Seguridad que se necesitarían no "años ni semanas, sino meses" para completar "las esenciales tareas de desarme restantes"-, el presidente se muestra impaciente, incluso ansioso, por ir a la guerra. "Esto es como la tortura china del agua", dice de las inspecciones. "Tenemos que poner fin a ello".

Incluso al comentar la principal preocupación de Aznar, la necesidad vital de dar legitimidad internacional a la guerra obteniendo una segunda resolución de la ONU que justificara el uso de la fuerza -una resolución que, trágicamente, nunca se consiguió-, apenas se finge que la invasión de Irak no sea ya una certeza. "Si alguien veta", dice el presidente a Aznar, "nosotros iremos. Sadam Husein no se está desarmando. Le tenemos que coger ahora mismo. Hemos mostrado un grado increíble de paciencia hasta ahora. Quedan dos semanas. En dos semanas estaremos militarmente listos... Estaremos en Bagdad a finales de marzo". El calendario ya había sido decidido, no por los inspectores y lo que pudieran encontrar o no, ni por los diplomáticos y lo que pudieran negociar o no, sino por el despliegue y la preparación de aviones de combate, soldados y tanques.

¿Cuándo se convirtió la guerra en una certeza? Los matices de las actitudes del presidente son imposibles de trazar, aunque ya el mes de julio de 2002, el jefe del espionaje británico, Sir Richard Dearlove, en sus famosas consultas en Washington, había detectado "un cambio perceptible de actitud". En el pasaje más famoso del memorando de Downing Street se citaba a Dearlove informando al Gabinete británico: "La acción militar se veía ya como algo inevitable. Bush quería derrocar a Sadam mediante una intervención militar, justificada por la conjunción de terrorismo y armas de destrucción masiva. Pero la información de los servicios secretos y los datos giraban en torno a la política. El Consejo de Seguridad Nacional no tenía paciencia con la ruta de la ONU...".

El drama de Crawford

Precisamente sobre este punto -la necesidad de los europeos de contar con una resolución de la ONU que justifique la fuerza y, por lo tanto, una guerra legal o al menos internacionalmente legítima, y la profunda ambivalencia entre los altos cargos de la Administración de Bush respecto a seguir "la ruta de la ONU"- gira gran parte del drama de la transcripción de Crawford, convirtiéndola en una especie de obra breve que enfrenta a los europeos, sinuosos, sutiles, sofisticados y preocupados por la gran oposición en Europa, y en España en particular, a una guerra por gusto con Irak encabezada por Estados Unidos ("Necesitamos que nos ayudéis con nuestra opinión pública", le dice Aznar a Bush), contra el vaquero estadounidense bravucón, impaciente y de gatillo rápido. Bush quiere decretar la segunda resolución el lunes. Aznar dice: "Mejor el martes". Bush replica: "Podría ser el lunes por la tarde, teniendo en cuenta la diferencia horaria". Ante la queja de Bush de que el proceso de la ONU era como "la tortura china del agua", Aznar manifiesta una comprensión tranquilizadora y el ruego de que se tomen un respiro:

Aznar: "Estoy de acuerdo, pero sería bueno contar con el máximo número de gente posible. Ten un poco de paciencia".

Bush: "Mi paciencia está agotada. No pienso ir más allá de la mitad de marzo".

Aznar: "No te pido que tengas una paciencia infinita. Simplemente que hagas lo posible para que todo cuadre".

Aznar, un idealista católico de derechas que cree en los argumentos sobre derechos humanos para derrocar a Sadam Husein, se encuentra en la cuerda floja política: más de nueve de cada 10 españoles se oponen a ir a la guerra, y millones de personas acababan de recorrer las calles de Madrid en airada oposición; le preocupa intensamente obtener una resolución de la ONU que convierta la guerra en una campaña autorizada internacionalmente y no una mera "agresión" dirigida por EE UU.

Bush responde a su petición de diplomacia con una letanía bastante sorprendente de amenazas dirigidas a los entonces miembros temporales del Consejo de Seguridad. "Países como México, Chile, Angola y Camerún deben saber", declara, "que lo que está en juego es la seguridad de Estados Unidos y actuar con un sentido de amistad hacia nosotros". Por si Aznar no lo entiende, describe al español lo que sufrirá cada nación si no reconoce "lo que está en juego":

"[El presidente chileno Ricardo] Lagos debe saber que el Acuerdo de Libre Comercio con Chile está pendiente de una confirmación del Senado, y que una actitud negativa en este tema podría poner en peligro esa ratificación. Angola está recibiendo fondos de la Cuenta del Milenio y también podrían quedar comprometidos si no se muestran positivos. Y Putin debe saber que con su actitud está poniendo en peligro las relaciones entre Rusia y EE UU".

Grosero y torpe

Lo sorprendente de este pasaje no es sólo lo grosero y torpe que es, con el presidente de Estados Unidos profiriendo amenazas como un gánster de película -por lo visto quiere que el español las transmita directamente a los diversos líderes-, sino lo ineficaz que resultó la bravata. Ninguno de estos países modificó su postura respecto a una segunda resolución que, llegado el momento, nunca se presentó al Consejo de Seguridad para lo que habría supuesto una derrota segura. Al proferir las amenazas, Bush hizo lo que un líder efectivo siempre debe evitar: dictó una orden que no fue obedecida, poniendo en evidencia los límites de su poder. (La propia guerra en Irak, destinada a "conmocionar y sobrecoger" al mundo, y en especial a los adversarios de EE UU, consiguió más o menos lo mismo).

La bravuconada viene acompañada de un fariseísmo adusto. Aznar pregunta: "¿Es cierto que existe alguna posibilidad de que Sadam Husein se exilie?" ("El mayor éxito", dice al presidente, "sería ganar la partida sin disparar un solo tiro"). Bush responde que sí: los egipcios aseguran que "Husein estaría dispuesto a exiliarse si le dejaran llevarse 1.000 millones de dólares y toda la información que quisiera sobre armas de destrucción masiva".

¿Y ese exilio, pregunta Aznar, incluiría una "garantía" (supuestamente contra un proceso judicial o una extradición)? "Ninguna", asegura Bush. "Es un ladrón, un terrorista, un criminal de guerra. Comparado con Sadam, Milosevic sería una Madre Teresa". Aunque es difícil evaluar si Sadam realmente estaba dispuesto a abandonar Irak -a los egipcios, saudíes y otros que en aquel momento trataban de vender la posibilidad les interesaba que Sadam se marchara y se mantuviera la estructura de poder suní-, es inconcebible que fuese a hacerlo sin algún tipo de garantía, una posibilidad que Bush excluye.

Lo más interesante del pasaje, y en realidad de toda la transcripción, es lo que revela sobre las actitudes y el carácter de Bush. Tan pronto fanfarronea y amenaza, como habla con reverencia y fariseísmo sobre el "sentido histórico de la responsabilidad" que le guía:

"Cuando dentro de unos años la Historia nos juzgue, no quiero que la gente se pregunte por qué Bush, Aznar o Blair no hicieron frente a sus responsabilidades. Al final, lo que la gente quiere es gozar de libertad. Hace poco, en Rumania me recordaban el ejemplo de Ceausescu: bastó con que una mujer le llamara mentiroso para que todo el edificio represivo se viniera abajo. Ése es el poder incontenible de la libertad. Estoy convencido de que conseguiré la resolución".

Naturalmente, no la obtuvo. Pese a su sólida convicción, ni Chile, ni Angola ni Rusia se mostraron dispuestos a variar su voto, con o sin amenazas. Existe una diferencia entre estar convencido y tener razón. La convicción de Bush, en éste y en otros temas, no provenía de un análisis independiente de los hechos -de los intereses y las intenciones de las naciones involucradas-, sino del manantial de la fe. Confundía la retórica con la realidad. Aznar, el europeo sofisticado, vierte un comentario irónico al respecto. Es el momento más jamesiano de la obrita de Crawford; casi podemos ver la ceja arqueada:

Aznar: "Lo único que me preocupa de ti es tu optimismo".

Bush: "Soy optimista porque creo que estoy en lo cierto. Estoy en paz conmigo mismo. Nos ha correspondido hacer frente a una seria amenaza para la paz".

Es preocupante, como comenta Aznar, confiar en el optimismo basado únicamente en la creencia. El español sabe que conseguir la segunda resolución del Consejo de Seguridad y, por lo tanto, una legitimidad internacional esencial para la guerra, será muy difícil; en muchos países, el plan de lanzar una guerra contra Irak, sobre todo antes de que los inspectores de la ONU hayan finalizado su labor, está muy mal visto. La fe no puede reemplazar los hechos, y tampoco puede hacerlo un sentido histórico de misión. Puede que ambas cosas sean reconfortantes en lo personal -está claro que para Bush lo son-, pero no obvian la necesidad de saber.

Bush accedió al cargo siendo un hombre que sabía poco del mundo, que apenas había salido del país y que no conocía nada sobre la práctica de la política exterior y la diplomacia. Dos años después, tras los ataques del 11-S y su revelación como un autoproclamado "presidente de la guerra", sólo sabe que esta falta de conocimiento no es un inconveniente y que tal vez sea incluso una ventaja: que no necesita saber cosas para creer que tiene razón y para estar en paz consigo mismo. Bush ha redefinido su debilidad -su falta de conocimiento y experiencia- como su peculiar fortaleza. Cree que tiene razón. Es una cuestión de generaciones, destino y libertad: "Nos ha correspondido hacer frente a una seria amenaza para la paz". Para Bush, fe, convicción y una sentida idea del destino -y no los hechos o el conocimiento- son las verdaderas necesidades del liderazgo.

Así que Bush se siente seguro, seguro de que obtendrá la segunda resolución y, por consiguiente, la legitimidad internacional; seguro porque está "desarrollando un paquete de ayuda humanitaria muy fuerte", porque "hay buenas bases para un futuro mejor" en un "Irak posterior a Sadam". De hecho, por supuesto, en el mismo momento en que dice todo esto al presidente español en Crawford, Texas, la planificación de posguerra en Washington es un caos, y consiste en poco más que confusión y una salvaje guerra de destrucción recíproca entre los departamentos de Defensa y Estado.

El plan de gobierno en "el Irak posterior a Sadam" no existe, ya que todo debate sobre él se ha visto paralizado por una agria disputa entre dirigentes del Pentágono, el Departamento de Estado y la CIA que el presidente nunca resolverá. La "sociedad civil" iraquí que, según dice a Aznar, es "relativamente fuerte", pronto será diezmada por el saqueo y el caos prolongado que sigue a la entrada de las tropas estadounidenses en Bagdad. La "buena burocracia" de la que presume en Irak pronto quedará destruida por una desbaazificación ordenada por el procónsul estadounidense que, casi con total seguridad, Bush nunca aprobó. El Ejército iraquí que, según decide a principios de marzo, será retenido y utilizado para la reconstrucción, en realidad será disuelto imperiosamente, con unas consecuencias catastróficas.

Optimismo

Si estas desviaciones radicales del plan elegido por el presidente han apagado su optimismo y su fe -o le han llevado a tratar de descubrir qué ocurrió- no hay prueba de ello. Cuando el último biógrafo de Bush, Robert Draper, le preguntó por qué el Ejército iraquí no se había mantenido intacto, como el presidente había decidido, Bush respondió: "Sí, no me acuerdo. Estoy seguro de que dije: 'Ésta es la política. ¿Qué ha ocurrido?".

"Ésta es la política. ¿Qué ha ocurrido?". Como subtítulo para una historia de la guerra en Irak desde luego podría ser peor. El presidente Aznar se ha ido, mortalmente debilitado por su apoyo a la guerra en Irak y la incapacidad para lograr el apoyo de Naciones Unidas a la misma; casi exactamente un año después de que estallara la guerra, los yihadistas atacaron la estación de trenes de Madrid, acabaron con la vida de casi 200 españoles y provocaron la derrota electoral del presidente. Tony Blair, la estrella del Memorando de Downing Street, también se ha marchado, y su popularidad nunca se recuperó de su respaldo incondicional a la guerra.

Bush, casi cinco años después de iniciar la guerra, sigue convencido de la victoria, como también lo estaba de que obtendría esa segunda resolución de la ONU. No existe ningún indicio de que su confianza ahora esté más enraizada en la realidad de lo que lo estaba entonces. En lugar de realidad tenemos fe; en sí mismo, en la deidad y en "el poder incontenible de la libertad". Bush es el protagonista de su propia narración de la historia, una historia cada vez más burda y refutada, animada únicamente por la autoridad del poder oficial. George W. Bush sigue estando, nos dicen, "en paz consigo mismo".

Traducción de News Clips.

Subasta digital y solidaria

SocialBid vende a través de eBay donativos de empresas a ONG

J. P. V.-G. 09/12/2007

Las subastas en Internet también pueden tener fines solidarios. Así piensan los creadores de la empresa recién nacida SocialBid, que han ideado una fórmula para ayudar a las organizaciones no gubernamentales a recabar fondos mediante la venta, a través de Internet, de productos donados por empresas y particulares. Mediante un sistema informático y logístico propio, SocialBid canaliza las operaciones a través de eBay, la firma líder en subastas por Internet, y se queda con una comisión por cada transacción. Las empresas y particulares eligen a la ONG que se beneficiará de la venta de sus donaciones en especie.

Eduardo Giménez y Rodrigo Aguirre de Cárcer, socios fundadores de la empresa, hacen hincapié en que, más que el beneficio, el fin que les mueve es, sobre todo, social. "Nuestro objetivo es, dentro de cinco años, recabar una cantidad sustancial de dinero para las ONG, no ser una empresa muy rentable", afirma el primero.

Ingresos sostenibles

El trabajo de SocialBid, sostienen sus fundadores, beneficia tanto a las compañías donantes como a las ONG. Con coste cero, las instituciones sin ánimo de lucro tienen a su disposición una nueva fuente de ingresos sostenible en el tiempo e independiente políticamente. No tendrán que intervenir en la recogida, almacenamiento o entrega del producto; sólo recibirán un cheque con los beneficios de la venta. SocialBid ha firmado ya acuerdos de colaboración con siete ONG, entre ellas Aldeas Infantiles y Solidaridad Internacional, y negocia actualmente con otras veinte.

Giménez sostiene que, se mire por donde se mire, las empresas donantes que colaboran con SocialBid siempre salen ganando: pueden deshacerse de excedentes y al mismo tiempo deducir fiscalmente hasta un 35% del valor de los artículos vendidos. Además, mejoran su imagen pública gracias a su participación en una actividad social.

"Lo que estamos haciendo es abrir una nueva vía para que las empresas desarrollen su responsabilidad social corporativa", dice Giménez. "Más que una manera de eliminar su stock, les estamos ofreciendo una nueva herramienta de marketing".

Cuando SocialBid coloque un producto en eBay para su venta, el internauta que se interese por él sabrá cuál es la empresa donante y qué ONG se llevará los beneficios. En el futuro, SocialBid cree que las empresas podrán incluso utilizar las subastas en eBay para presentar sus novedades.

La oficina de la empresa está ya repleta de donaciones: libros, iPod, películas y patinetes se reparten por los rincones. Sus responsables han querido contar desde el principio con un almacén propio que les permita controlar el trasiego de productos y garantizar una entrega rápida de los productos a sus compradores. Ello ayudará a mantener una reputación lo más alta posible en eBay, un factor fundamental para que los posibles clientes confíen en el vendedor y se decidan a comprar.

Vocación de transparencia

Aguirre de Cárcer explica que SocialBid nace con vocación de transparencia: el 25% de sus beneficios irá destinado a las ONG colaboradoras -el porcentaje podría aumentar si las cosas van mejor de lo previsto- y sus cuentas de resultados aparecerán trimestralmente en su página web (www.socialbid.es).

Según los cálculos de SocialBid, el mercado potencial de productos sobrantes en las empresas que podrían venderse por eBay asciende a 2.000 millones de euros anuales. La empresa aspira a hacerse, en un plazo de diez años, con el 1% de ese mercado, lo que significaría recaudar unos 20 millones de euros en 2017. La compañía planea crear unos 50 puestos de trabajo de aquí a cinco años y dará preferencia a miembros de colectivos desfavorecidos.

El socio financiero de SocialBid es Caja Navarra, que ha concedido un préstamo participativo de 275.000 euros a través de su plataforma de apoyo a emprendedores, Eurecan. eBay presta apoyo técnico y asesoramiento a SocialBid.

Eduardo Giménez, de 38 años, es manager senior de la consultora Bain & Company. Tiene un MBA por el Insead y cinco años de experiencia en cooperación al desarrollo con la ONU y la Unión Europea. Rodrigo Aguirre de Cárcer, de 26, estudió en la Universidad de Chicago y ha trabajado, entre otras empresas, en Goldman Sachs, Salomón Smith Barney y Bain & Company.